RENUNCIO

Renuncio haber nuevamente junto a ti aquellos amaneceres hermosos parados a la ventana, escuchando las aves cantar, el río correr, los montes y valles reverdecer, al viento soplar, te juro que ahora renuncio inmediatamente sin pensarlo dos veces a todas esas cosas vividas del ayer y mucho más, que hasta este momento he callado por amor, pero mi corazón no aguanta mas vivir un minuto mas de la sed amarte sumido en soledad de desamor a la espera de que vengas o no a rescatarme...,

De volver a tener en mis labios el sabor de aquellos dulces besos de despertare, como a tus suaves caricias que recorrían mi cuerpo desnudo, haciéndome soñar en tus brazos en tantas cosas bellas que juntos nos prometimos alcanzar en nuestra vida...,

De volver a ser feliz contigo por un instante recordado, resignándome a mi tristeza por siempre reflejada en mis ojos al mirarte, pero sin tú querer notar mi presencia, tan solo cuando me quieres tener...,

A sentir tu fresca sonrisa angelical, al olor de jazmín de tu piel de diosa, al brillo de tu cabello de oro y hasta de la luz de vida que irradian tus bellos y expresivos ojos verdes...,

A todo lo que tenga que ver contigo hoy frente a ti y por ello te pido perdón, porque nunca pensé llegar a estos extremos de tener que decirte en tu tierna y juvenil cara que tanto amé con besos míos, que renuncio hasta del día fatídico aquel que te conocí dándote entrada en mi vida, alma y corazón, diciéndote el si.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 21/08/2008 11:00 AM.