miércoles, 4 de marzo de 2009

DOS AGUAS


Sabe a veces, amargo el desamor que a mi boca se desliza lentamente en forma de dos aguas, por lágrimas sentidas de mi alma herida, una por mi siempre pendiente y otra por ti, olvidada, que jamás derramaste frente a mi, ni siquiera aquella noche de Abril cuando nos dijimos adiós, atrás quedaba una historia de amaneceres claros y hermosos, dignos de haberlos recordados, juntos un instante, aunque fuera por última vez, por ser sentidamente vividos en la piel, con puertas abiertas al despertar en toda libertad de amase sin reglas y condiciones que cumplirse, como a la final de nuestros días de unión, sucedió, cuando al tú hacer blancos de mente, me costaba pintar tu cara, porque nunca notabas mi presencia, en tus anhelados brazos…,

Se siente a veces, fuerte el dolor de la ausencia en el corazón, cuando aun, se desea amar y solo se consigue por ese sentimiento de ayer, llamado amor, la pura y fría soledad, abandonado a la mejores de las suertes dentro de las tinieblas perdido en los espacios sin tiempo, como en un laberinto oscuro sin orientación de poder ver nunca mas, la luz sincera de la vida por orientación reflejada por tu alma en tus bellos ojos glaucos, marcando nuevamente la salida al camino mas corto a tus brazos y al calor de la seguridad, sobre tu suave pecho desnudo.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 12/12/2008 11:00 AM.

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