ANTES éramos DOS

Almas, que miraban en una misma dirección, con un sentido y vivo amor, reflejado en los ojos al mirarnos en silencio cada día al despertar, tomándonos las manos, regalándonos una fresca y sincera sonrisa, con esa pasión siempre naciente y crecientemente ardiente, conque luego se funden y fraguan amándose en un solo cuerpo deseosamente desnudo, dos enamorados orgullosamente de su historia escrita de amor…,

Corazones, que latían juntos al unísono, como si tocaran una suave canción de amor, cada amanecer, mediante esas caricias profundas por esas manos de seda con dedos que caminaban sin prisa y con sumas pausas suaves, erizando la piel hasta la mas inmensa saciedad, llenándola de un placer que derretía los pensamientos mas pecaminosos a la hora del momento, mas sublime de amarnos efusivamente en los brazos.
-------------------------------------------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 18/09/2008 11:00 AM.