Parada a la ventana entre las sombras por un destino escrito, de espaldas a la realidad con la mirada lánguida y fija en aquel lucero azul que con tantas alegrías antes veías junto a mi abrazada, sumidamente presa de tus propios pensamientos inquietos, que siguen siendo hoy una incógnita celosamente guardado dentro de tu mente, al yo no poder interpretar jamás, la verdad oculta de aquellas lágrimas que derramaste sobre la almohada como confidente, donde pudieran estar las respuestas a las preguntas que tanto has negado enfáticamente, al mirarte con la mirada ausente y que me niego aceptar tristemente, por un corazón que intenta no sentir y padecer, lo mismo que yo en soledad, por lo que dejaste de llorar frente a mi, al no querer notar mi presencia, con un supuesto olvido de todo lo vivido y sentido en la piel, durante tantos años.
-------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 06/03/2009 11:30 AM.
viernes, 6 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario