Podrá ser eterno en soledad, pero a su vez, es para mi sincero, cuando al entristecérseme el corazón en una tarde agonizante de recuerdos, mis lágrimas van cayendo lentamente adornando con luces reflejadas del alma, el camino por el cual avanzo derrotado y que suavemente oscurece al caer el día, pero con que pasión languidecen, mis horas tristes que me hacen vivir en instantes, momentos que fueron con sus detalles, las verdades que a veces narro, de los dos…,
Podría interpretarse por una causa perdida, que sin orientación vierto en las tinieblas de las noches, para luego dormirse nuevamente en mi mente, como los ecos de llamados que al caer, son vistos como espejismos en los espacios de ausencias, sin tiempo nunca mas, de amar en los recordados brazos…,
Es tormentosamente sentido, con desvelos que vivo, con cansancios de madrugadas, pensando y pensando en aquellos dos amantes amables que se durmieron en brazos con un beso y jamás despertaron juntos, de su embelezo…,
Son ansias que corren ardientes como un río por las venas, pero, podrían entenderse con sumo respeto, por un amor valioso que fue extraviado y no dejó huellas latentes para un posible regreso, pero no es mas y será siempre sencillamente ablando, que el anhelo, mas franco y sincero de un hombre, que como una gaviota batió sus alas levantando vuelo un día y ahora cansado y arrepentido, busca nuevamente su nido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 13/03/2009 03:00 PM.
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