CUANTOS SUEÑOS

Se quedan como perdidos en el aire, dejando a veces una estela tenue de añoranzas al despertar, por haberlos querido ver realizados, pero las tinieblas del olvido nunca perdonan a los corazones cuando han sido pecadores de día, como aun más de noche con latidos inescrupulosamente impuros trasmitidos en el pensamiento a la hora de dormir…,

Anhelados no nacerán al amanecer, por otros que si lo harán como castigo divino, aunque de ellos no quisiéramos saber de su existencia jamás, causando inmenso dolor dentro de ese corazón aun enamorado, con lágrimas de tristezas en los ojos, por este penoso desamor reflejado a cada instante vivido, por el alma en pleno silencio…,

Solo serán eso en la mente, por no decir una quimera imposible de vivir, si al abrir los ojos al nuevo día, se les pueden aun recordar completamente como fueron verdaderamente soñados, pero no antes de haber mirado una vez mas sinceramente, lo que ha sobrevivido, de esa flor de la vida y del amor jurado ayer ante el altar de Dios...,

Para quienes han sabido perdonar a tiempo, podrían volver a tener un verano caluroso francamente en los brazos ansiados amando, por otros que no supieron perdonar y solo verán el invierno caer lentamente parados frente a la ventana, con la soledad como compañera de cuarto, a la hora de dormir, pasando frío al no haber logrado dentro de su espacio vivido, obtener sinceramente el abrigo natural del nuevo amor queridamente en los brazos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 30/09/2008 10:00 AM.