LA flor del amor que jamás NACIÓ

Yo un día sembré una semilla con grandes esperanzas dentro de tu corazón, buscando solo amor, sin darme cuenta que no tenias buena tierra de sentimientos con que alimentar esa ilusión, pudiéndole brindar luego lo que le faltaba para que naciera fuerte y saludable la luz de vida de tu alma reflejada por tus bellos ojos verdes cada día al despertar...,

Dime por qué, si me sentías arar y arar con suaves, hermosas y tiernas palabras a tu oído como buen jardinero buscando ver su flor lograda luego en sus manos, solo le brindabas a ese amor que intentaba nacer cada mañana al amanecer, penumbras al cerrar tus hermosos ojos, por no notar mi presencia frente a ti, cuando más falta me hacia, para poder vivir, no te daba ningún derecho y te pido perdón...,

Cuanta tristeza se siente correr al mirarte por mis ojos lentamente en forma de lágrimas por mi rostro, con dolor dentro de mi alma al comprender tardíamente en silencio que todo mi esfuerzo fue perdido en el tiempo y espacio de este olvido, al tú no querer entenderme nunca, que el amor buscado era esa flor, que jamás logró ver la luz plenamente, en tu corazón inconmovible, marchitándose internamente hasta morir antes de poder nacer y crecer sentidamente en los brazos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 22/08/2008 11:15 AM.