Que escribimos cada amanecer al despertar, como un poema, Tú al Norte y Yo en el Sur, separados por tantos kilómetros, donde hasta la añoranza pensada, muere del cansancio, con tan cruel distancia a recorrer, sin saber nunca, mediante el mejor escrito del silencio, si llegaría, lo que antes con una simple mirada presente, llegaba, sintiéndote en el corazón al abrazarte con un beso, diciéndote luego al oído, dulcemente cuanto TE AMABA…,
Triste y doloroso, que por un desamor, hoy recordamos con llanto de soledad, plasmando las memorias, que para bien se tengan de recordar escribiendo, para que el pasado, no sea borrado y podamos por ello, del tiempo y el espacio vivido, cada uno por su lado sobrevivir al no ser jamás un olvido, por lo que antes fuimos, juntos, cuando reinó la felicidad.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 17/09/2009 03:40 PM.
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