Un momento, para que podamos conversar, porque me asombra de sobremanera el poder llegar a pensar en verdad que después de tantos años de convivencia, digas hoy fríamente, rompiendo el silencio, que no ya me amas como ayer, sentidamente en tus anhelados brazos,
Un instante, para que podamos hablar sensatamente, porque me cuesta creer ahora , que en tan corto tiempo, Tú lo puedas querer mas a ÉL, de lo que me juraste quererme ante un altar de Dios, cuando emocionadamente, notabas mi presencia, frente a ti, poniéndote el anillo de matrimonio en el dedo, sellando nuestra unión, con un gran beso,
Un minuto, para que podamos platicar concienzudamente, porque si la distancia fue el olvido definitivo entre nosotros, de todo lo vivido y sentido en la piel, entonces, toma mi mano sin temor alguno y llévame al paredón de los caídos y con la mirada de odio y rencor, clávame las dagas del desamor, directa y certeramente en el corazón.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 10/09/2009 02:40 PM.
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