Fingir dormir, dándome la espalda al sentirme llegar, por no querer notar mi presencia frente a ti, desconociendo la tristeza que embargaba las noches con tu ausencia, al tenerte cerca, pero lejos a la vez, del alcance de mis brazos, al no poderte alcanzar, tocando suavemente la piel desnuda de la mujer amada, que desvelaba mis más anhelados y profundos pensamientos de pasión...,
Con suma tristeza, recibir cada amanecer el despertar, con altivez, aunado a ese marcado orgullo que demostrabas siempre intentando desconocer el pasado común que nos atañía, por ser muy nuestro y verdadero a pesar de todo lo vivido, por este amargo desamor sentido, que dispersó en los espacios perdidos sin tiempo nunca más de amarnos sinceramente, la esencia que dejaba pautas de llamadas por el alma, reflejadas en nuestros ojos con ese amor de ayer olvidado en silencio.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 04/09/2009 11:15 AM.
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