Sentémonos un momento a conversar, pero no sigas llorando por favor, las lágrimas de olvido que hoy derramas sobre mis manos resecas de pasión, no van a calar con sentimientos hidratando mi piel, hasta llegar a mi corazón despertándolo de su letargo por desamor, porque si el amor con tiempo de espacio durante años para ser vivido, nunca tuvo oportunidad sincera de llegar a tu alma, al no querer notar mi presencia frente a ti, entonces, ahora, que decides tardíamente abrir los ojos a mi mundo blanco de luz, que importancia pudiera tener un intento por valor de rescate en los brazos, entregándome apresuradamente aquel beso ausente de ayer, si entre TÚ y YO, la razón no existe.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 21/09/2009 12:15 PM.
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