No la podrás ver, con los ojos cerrados a mi mundo blanco de luz, amor y paz, la verías, creyendo primero en ti, viendo tu interior como persona, sintiéndola luego en el corazón, demostrando sentimientos humanos hasta ahora desconocidos por ti…,
Jamás tiene límites de distingos por clase o religión, entregando amor, los límites de alcance, lo pones TÚ, en la mente, si no eres capaz por sí sola, con criterio propio, de ver más allá del horizonte, la luz que pauta el camino escrito a seguir de tu destino…,
Se basa en el simple principio, de que en la vida, no hay problema difícil, quizás menos fácil de resolver, siempre y cuando seamos sensatos de avaluar juntos o por separados nuestros errores, para luego y con espacio de tiempo aplicar lo aprendido por ello.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 16/09/2009 04:00 PM.
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