Hacen contraste con el reflejo tenue de la luz del alma en nuestros ojos, tras la sombra recordada de un pasado que nos guste o no negar, nos atañerá por siempre, así se esconda el rostro golpeado de la vida, mostrando por el qué dirán, únicamente la otra mitad tergiversada de la historia, según sea la conveniencia del momento por lugar, frente a un mundo cruel que ve, escucha y habla sin parar, por los errores cometidos por otros, sin contemplación de misericordia alguna...,
Se hundieron a la espera eterna de poder ser vividos en los brazos fríos de la ausencia, con pensamientos lógicos y ansiados, que terminaron en ser ilógicos y vacios, porque la espera desespera, sumidos cada uno por su lado en el llanto por silencio de olvido, de todo lo vivido y sentido en la piel, perdido y sin ninguna orientación de vida, en los espacios oscuros del sentimiento y sin tiempo nunca, por el reloj biológico, para volver amarnos, al no querer notar la presencia por llamado en la mente, de lo que en nuestro ayer, se llamó en la mirada, amor.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 24/09/2009 01:40 PM.
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