Recuerdo tantas promesas tomados de las manos, mirándonos a los ojos con profundo amor, donde nos dijimos siempre cumplir, sentados en aquel parque por confidente, en que tantos besos sellaban hasta el próximo amanecer, añoranzas anheladas por corazones eternamente enamorados…,
Despiertan por el alma en mi memoria, momentos hermosos que fueron vida consentida, por ser detalles divinos y radiantes que podría narrar, pero que reservo para que este vacío de soledad, sea más soportable de sobrevivir al pensar en ti…,
Siento cada noche llegar, ahogando lentamente mis sueños de ayer, con la ausencia, por impaciencia de volverte a ver algún día, más cercana que nunca, que no sea desde aceras opuestas, donde nos quedamos a veces parados mirándonos en silencio, con sendas lágrimas que brillan corriendo por nuestros rostro, al recordar tristemente, que desgraciadamente hoy nos separa un fracaso y una desilusión, que marcó en diferentes caminos, nuestro destino.
Despiertan por el alma en mi memoria, momentos hermosos que fueron vida consentida, por ser detalles divinos y radiantes que podría narrar, pero que reservo para que este vacío de soledad, sea más soportable de sobrevivir al pensar en ti…,
Siento cada noche llegar, ahogando lentamente mis sueños de ayer, con la ausencia, por impaciencia de volverte a ver algún día, más cercana que nunca, que no sea desde aceras opuestas, donde nos quedamos a veces parados mirándonos en silencio, con sendas lágrimas que brillan corriendo por nuestros rostro, al recordar tristemente, que desgraciadamente hoy nos separa un fracaso y una desilusión, que marcó en diferentes caminos, nuestro destino.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 04/09/2009 02:00 PM.
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