Espera, desearía antes que te marches de mi lado, pintar el rostro de la mujer amada en mi mente, porque sé, que este sería el único instante divino que pudiera tener para notar tu presencia, frente a ti, con lágrimas de despedida al decirnos adiós, que en mis noches de soledad, con desvelos por tu ausencia, jamás logré verlas correr por tu rostro en la oscuridad, diciéndote igualmente que no te olvidaré, al no dejarte de pensar, porque Tú, eres la razón de mí existir y por eso siempre estarás presentemente viva en mis pensamientos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 04/09/2009 04:15 PM.
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