No sigas llorando pensando en silencio, que luego de este ósculo todo pudiera cambiar entre nosotros, siendo como era la ilusión, Yo sé, que Tú poder, como mujer hermosa podrá ser infinito, entregando toda una esperanza de arrepentimiento de amor, jugándotela con la dulzura de un sentido beso en mis labios resecos, pero sé, antes siquiera de poderte besar o no, que vas a fracasar en el intento por recuperar, lo que antes fue tan tuyo y verdadero, espontáneamente, porque de un cariño muerto no existe pasión alguna que despierte instantes divinos de la mente, que fueron motivos sinceros con detalles por recuerdos de amaneceres bellos en brazos de lo más querido, por lo más amado, mirándonos con el deseo siempre escrito en silencio, con una sonrisa de perlas, incitando el acotar otra vez, caricias que marcaron pautas, dejando en la piel, con tiempo y espacio vivido, puro sentimiento desnudo, de la poesía viva, con aromas de amores que se quedaron en el aire, pero que hoy dejan una estela de nostalgias, por su imperdonable olvido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 08/09/2009 01:15 PM.
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