Por mas que apartes con tus suaves manos, las lágrimas que lentamente corren por mi rostro, ellas volverán a brotar, marcando pautas de desamor al pasar, floreciendo como espinas al mirarte en silencio, por la tristeza que en mi alma he llevado enraizada todo estos años de soledad, como castigo divino, por el único pecado de haberte amado, como te amé, sin reglas y condiciones que cumplir, jamás en mis brazos…,
Por mas que soples con suave aliento, intentando limpiar por las inclemencias del tiempo, el polvo del camino perdido en los espacios de vacíos vividos, la ausencia dormida al despertar, será aun peor, luego de la resignación, al levantar la cabeza y con las mismas lágrimas de ayer, sin dueño, diga en baja voz, “ TÚ eres OLVIDO “, porque había cosas, por demás de hermosas para ser vividas, que guardaría por siempre un corazón enamorado, pero que para sentirlas emotivamente, primero, nunca debieron estar ocultas, para ser vividas mas tarde espontáneamente, cada amanecer al despertar, con una caricia y un dulce beso, expresando al oído, suavemente cuanto, “ TE AMO “, con una franca sonrisa de perlas.
Por mas que soples con suave aliento, intentando limpiar por las inclemencias del tiempo, el polvo del camino perdido en los espacios de vacíos vividos, la ausencia dormida al despertar, será aun peor, luego de la resignación, al levantar la cabeza y con las mismas lágrimas de ayer, sin dueño, diga en baja voz, “ TÚ eres OLVIDO “, porque había cosas, por demás de hermosas para ser vividas, que guardaría por siempre un corazón enamorado, pero que para sentirlas emotivamente, primero, nunca debieron estar ocultas, para ser vividas mas tarde espontáneamente, cada amanecer al despertar, con una caricia y un dulce beso, expresando al oído, suavemente cuanto, “ TE AMO “, con una franca sonrisa de perlas.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 26/05/2009 12:00 PM.
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