Por desvelos que no te dejan dormir y parada a la ventana en silencio, imagines un hermoso lucero azul alumbrando otro camino en busca de un destino distinto al mío, nunca será una divina realidad frente a ti, para intentar olvidar en el calor de otros brazos, todo lo vivido en la piel durante tantos años juntos, sintiendo el dulzor en otros labios, porque con besos míos, yo enseñe a besar los tuyos, vírgenes…,
Tratando de recoger aguas claras provenientes del cielo, para limpiar tu alma pecaminosa impura, jamás lo podrás lograr, porque quien nunca perdonó por amor, al no querer notar mi presencia por un corazón inconmovible, tendrá destino cierto, marcado y escrito, la de vivir amargos recuerdos de añoranzas, con llanto de soledad, en su propio infierno…,
Para mirar en el espejo, el reflejo que por vida has vivido, solo tinieblas imborrables encontraras, como anheladas caricias que reclamaran su lugar, proyectándose como espejismos ante tus bellos glaucos, por pesadillas que nunca, podrás execrar, hoy tardía y arrepentidamente de tu mente, porque antes de hacer, lo que hiciste a escondidas en las noches, lo debiste pensar muy bien.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 14/05/2009 11:30 AM.
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