Yo no sé, que me está pasando, que no dejo un instante de pensar en ti, sin saber que será de mi, cuando a mi lado, no estés, cada amanecer al despertar y al extender la mano no logre encontrarte dormitando y sólo observe en tu lugar de años, una sombra , pero has de saber muy bien, que igualmente a pesar de todo, no renunciare a tu amor al no poderte olvidar y aunque por ello, cargue a la espalda por pena el desamor, no teniendo más glorias divinas con horizontes sombríos, sin orientación, reflejados por el alma como castigo ante mis ojos al mirarte sin querer notar mi presencia, pasando el resto de mi vida llorando en soledad por la sensible ausencia en mis brazos y a pesar de todo tormento que pueda venir con amargos desvelos no queridos por la mujer amada, te asevero categóricamente, que no renunciaré nunca al anhelado amor que ayer conocí en tus brazos, cuando un día mi corazón te entregué en tus manos, aunado a aquel sincero beso, que en tus dulces y rosados labios te di, enseñando a besar por primera vez, tu angelical boca, con besos míos…,
No renunciaré a tu amor, jamás, porque sé, que para mi hoy, será mejor vivir locamente una ilusión despierto, que morir dormido enamorado en un sueño con ansias que quizás no vea al despertar, recordándote por lo que fuimos, dentro de añoranzas por lo que dejamos de ser, cuando dejaste de llorar a mi lado con sentimiento, sabiendo que en tu inconmovible corazón al mirarme, hay un lugar para mí, pero que guardas con sumo recelo, haciéndome padecer por vacios latientes de sentimientos encontrados en silencio, por lo que Tú pasaste por estar lejos de mí, sabiendo bien, que fuiste y aun sigues siendo, la razón de mi existir despierto y por eso y mucho mas, siempre te llevo sentidamente presente en mis pensamientos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 02/11/2009 10:15 AM.
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