Puede ser, que Tú seas hoy ante mí, con lágrimas que corren en el rostro, al verte distante, presente anhelado, pero que cautivamente guardo lleno de ganas celosamente en la mente, por motivos del ayer que fueron detalles de vida consentida, al ser Yo frente a ti, ahora pasado olvidado que nunca deseas recordar, al no querer notar mi presencia sincera cada amanecer, pero que culpa pudiera tener ahora los espacios perdidos de desamor, si mi tiempo dispuesto, jamás pudo ser tiempo dispensado tuyo para el dialogo amistoso, padeciendo ambos de amarga soledad vivida por la ausencia sensible en los brazos, de la cual en verdad tardíamente, no hubiéramos querido saber de su existencia, pero la vida es así a veces de cruel en el plano amoroso de una pareja, no perdonando un fracaso que ha sido la desilusión que sentimos por el corazón con silencio por vacios de sentimientos al despertar, espalda con espalda viendo solo una pared, reflejando tristemente por el alma en nuestros ojos llorosos un profundo sufrir interno, por no haber evaluado todo lo ocurrido sensatamente, aplicando luego lo aprendido, durante tantos años de convivencia.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 30/10/2009 11:30 AM.
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