Cuantos amaneceres recorrí tu piel desnuda, recreando encontrar en total libertad de acción, pensamientos de amor, por pasiones ausentes que quedaban de darse la noche anterior, al comenzar besándote desde la frente, bajando lentamente siguiendo la luz de tus hermosos ojos glaucos, llegando a tus labios de rosa para libar su dulce néctar, tomando nuevas fuerzas para proseguir por tu sensual cuello hasta toparme al levantar la vista, con esas dos poderosas razones que hacen soñar de ganas a un hombre por su suave belleza natural, deslizándome más tarde por tu vientre encontrándome con tu delicado y bien formado ombligo de miss universo y apreciándolo por un instante, continuo, haciéndome camino al andar y de reojo observo tus bien formadas caderas que a lo lejos llaman insistentemente con movimientos sexis para ser exploradas y luego de sutiles ósculos, enrumbo vela a puerto seguro en busca de la fruta prohibida habida muy adentro de tu paraíso del placer, donde saciaré la sed del tiempo por los espacios habidos de amarte y tomando luego la recta por tus muslos, emprendo velocidad por tus espigadas piernas a los pies, devolviéndome luego por el dorso de ellos, divisando de cerca, par de anheladas y parejas nalgas, en tu monumental cuerpo de Venus, las cuales muerdo y beso tiernamente a entera satisfacción, siguiendo desde la baja espalda, ascendiendo por ella, hasta encontrarme nuevamente, con el primer punto de sonrisa en tu cuello y volteándote quedando frente a mí y sin avisar, tus brazos se alzan inmovilizándome fuertemente por la espalda, mientras en tu boca, dibujas una sonrisa picaresca buscando desesperadamente besar la mía, esquiva, para con un beso profundo desde el alma a golpe de tambores por latidos dentro de dos corazones amablemente enamorados que fueron uno, el tuyo y el mío en el ayer durante años, hoy motiven en soledad, recuerdos con añorada nostalgia, por detalles que fueron vida consentida, para que nuestro pasado, al menos para mí, nunca sea un olvido de todo lo vivido y sentido en la piel, durante tantos años juntos, apasionadamente.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 05/11/2009 12:15 PM.
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