lunes, 9 de noviembre de 2009

ESCUCHA los latidos ERRÁTICOS de un corazón AGONIZANTE

No esperes el mañana en que la distancia inalcanzable por una eterna soledad, sea olvido de todo lo vivido y sentido en la piel ya muerta, insensible de poder recibir más caricias ausentes del ayer, por no querer notar hoy, la presencia urgente por llamado de amor del mío, sobre tu pecho desnudo…,
El no sabrá nunca mentirte, no lo dejes sufrir lo insufrible de soportar cautivamente por la marcada postura inconmovible postrada en una cama, cabeza en una blanca almohada como confidente, saturada desde hace tiempo por lágrimas de tristeza, que no puede absolver mas como tanto quisieras, por los espacios reiterativos de desamor que pasas en silencio…,
No fingiendo siempre que duermes al sentirme llegar, dándome fríamente la espalda con el rostro oculto de la verdad reflejada por tu alma en tus hermosos ojos glaucos marchitos, porque no la vea penosamente, porque a la final, quien escribirá la historia será quien afronte primero en sus labios la palabra amor sinceramente, sin odio y rencor, levantando la cabeza al mundo, defendiendo valientemente con dignidad su posición mantenida, aceptando como realidad su escogencia como hecho de vida, sin tener por un instante de cobardía que mirar atrás, por lo que antes de hacer padecer, no se pensó bien, porque por esto ambos estamos llorando amargamente lo inimaginable que lloraríamos algún día, por nuestro orgulloso silencio.
-----------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 09/11/2009 12:00 PM.

No hay comentarios:

Publicar un comentario