Desde la distancia donde lloran los hombres de valor en el exilio, por el amor de una hermosa mujer que cautivó mi corazón hace años, con desvelos cada noche de ausencia por recuerdos de pasajes latientes que aun guardo en la mente al no dejarte de pensar un solo instante, por ser TÚ y solo TÚ, amada mía, la única razón de mi existir en este mundo, sin un olvido…,
Pero con marcadas tristezas de añoranzas reflejadas del alma en los ojos llorosos del tiempo por los espacios perdidos de amarnos por este desamor que demuestras siempre al sentirme llegar, dándome la espalda fingiendo dormir al no querer notar mi presencia, pudiendo abrir tus bellos ojos glaucos y anhelados brazos sinceramente, brindándome el calor por amor, con la seguridad que sobre tu pecho tenía en ese ayer vivido, cada amanecer al despertar.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 27/10/2009 01:15 PM.
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