Haciendo llorar de pleno silencio al despertar sobre una almohada de soledad, mientras el tiempo pasa perdidamente ante nuestros ojos en espacios vividos por desamor, entristeciendo al corazón al no querer notar sentidamente nuestra presencia…,
Mientras nuestro mundo blanco de luz, gira que gira alrededor pero al revés, gestando lágrimas que ruedan y ruedan en rostros desencajados, que no terminan de fluir, pensando y pensando, cuanto se entregó con amor, pero sin llegar a recibir a cambio por amor absolutamente nada y por consiguiente, hoy la nada, nada inspira sin los brazos…,
Porque, por los que ahora lloran con dolor, su ausencia de amor, otros reirán en dulce compañía, ya que, donde unos amores mueren estrellados victimas en la oscuridad de su pasado, otros nacerán estrellas en el presente vivido, brillando en el firmamento llenos sus corazones por sinceros sentimiento de amor, allí mismo, sobre las cenizas vertidas de nuestro propio amor muerto, por el olvido.
Mientras nuestro mundo blanco de luz, gira que gira alrededor pero al revés, gestando lágrimas que ruedan y ruedan en rostros desencajados, que no terminan de fluir, pensando y pensando, cuanto se entregó con amor, pero sin llegar a recibir a cambio por amor absolutamente nada y por consiguiente, hoy la nada, nada inspira sin los brazos…,
Porque, por los que ahora lloran con dolor, su ausencia de amor, otros reirán en dulce compañía, ya que, donde unos amores mueren estrellados victimas en la oscuridad de su pasado, otros nacerán estrellas en el presente vivido, brillando en el firmamento llenos sus corazones por sinceros sentimiento de amor, allí mismo, sobre las cenizas vertidas de nuestro propio amor muerto, por el olvido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 21/10/2009 09:30 AM.
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