UNA luz al FINAL del TÚNEL

Amanece lentamente en nuestra habitación y acercándote lentamente con el rose de tus dulces labios en los míos, despiertas la atención, mirándome fijamente con tus bellos ojos glaucos mas brillosos que nunca, como si quisieran decirme algo que habías mantenido en total silencio desde el último encuentro, mostraste una hermosa sonrisa de perlas, abrazándome fuertemente contra tu pecho y con una voz que acarició alegrando todos mis sentidos en ese día Domingo memorable de Junio 2009 y que nunca podré olvidar al escucharte decir afirmativamente y comprobado por nuestro médico, que estabas embarazada de casi un mes y que seríamos padres, una vez más.

Te amo esposa amada y jamás he dejado de estarlo, por siempre y para siempre, hasta el fin, de nuestros días. Amen.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 09/06/2009 03:30 PM.