Con perseverancia, sin desfallecer por los intentos fallidos, se forja una esperanza intangible, tangiblemente el día menos pensado de amanecer, viéndonos una vez más, tomados de la mano al despertar como fue antes, mirándonos en silencio, regalándonos la más bella sonrisa de amor, sellada con un dulce beso, como aquellos del ayer, que parecían que habían sido olvidados, por los espacios sin tiempo para amarnos en los brazos…,
A veces con lágrimas distantes de eterna ausencia por frustración y otras con alegrías impredecibles e inseguras de vivirse, en un nuevo mundo blanco de luz, ha llegado más que ese anhelo, por la fe que nunca perdí como bendición del cielo, al notar mi presencia, dándome la noticia más inesperada, que serias madre y yo padre una vez más, confirmado, ampliando la familia…,
Sin quedarme dormido para siempre en él, por lo divino, ahora volvemos a tener, lo que teníamos que tener para ser feliz, sonriéndole a la nueva oportunidad que nos brinda la vida, por un motivo de amor, hecho poesía viva, sentida inesperadamente latientemente dentro de tu vientre, que es razón de orgullo, para que ese amanecer imposible, fuera posible, renaciendo de la nada, viéndose claro y esperanzador al final del túnel , gracias en parte a esa pasión del pasado que no mermó en mi mente su recuerdo, fortaleciéndome en las noches de soledad , por los espacios sin tiempo, para amarnos.
A veces con lágrimas distantes de eterna ausencia por frustración y otras con alegrías impredecibles e inseguras de vivirse, en un nuevo mundo blanco de luz, ha llegado más que ese anhelo, por la fe que nunca perdí como bendición del cielo, al notar mi presencia, dándome la noticia más inesperada, que serias madre y yo padre una vez más, confirmado, ampliando la familia…,
Sin quedarme dormido para siempre en él, por lo divino, ahora volvemos a tener, lo que teníamos que tener para ser feliz, sonriéndole a la nueva oportunidad que nos brinda la vida, por un motivo de amor, hecho poesía viva, sentida inesperadamente latientemente dentro de tu vientre, que es razón de orgullo, para que ese amanecer imposible, fuera posible, renaciendo de la nada, viéndose claro y esperanzador al final del túnel , gracias en parte a esa pasión del pasado que no mermó en mi mente su recuerdo, fortaleciéndome en las noches de soledad , por los espacios sin tiempo, para amarnos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 09/06/2009 06:00 AM.
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