martes, 2 de junio de 2009

FRENTE a FRENTE, SILENCIO

Con miradas que coinciden a veces en la distancia de un olvido, por un fracaso, que es casi hoy una amarga desilusión vivida, con poca ternura por algún gesto amable, para que la vida no sea tan insoportable y así poder ahogar las penas, pero con el desamor latientemente presente, como midiendo la fuerza del dolor sentido por el corazón, sumido en plena soledad con llanto de estío del día anterior, reflejado cada amanecer al despertar, a través de la luz tenue y nublada del alma, en ojos de la injusta justicia que cada cual se hace a su manera de ver y sentir, interpretando de su padecer, la ausencia, en las noches frías al alba, que no acaban, dentro de un aroma viciado de meras tristezas que se retienen en el aire de la sala, dejando tras de sí, al retirarnos una estela de cautivas nostalgias en el lento caminar que nerviosamente hacemos pensativamente, pero sin tener respuesta al no poder abrir nunca la boca, al comprender que nuestro amor queridamente amado de ayer, irremediablemente se aleja en los espacios interminables de vacios, sin tiempo jamás de amarnos y bajando la cansada mirada, nos damos finalmente la espalda, poniendo rumbo cada uno a su habitación, porque en verdad, por más que lo intentamos, ya no existe nada de qué hablar, solo silencio, silencio, solo queda.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 02/06/2009 12:15 PM.

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