Entre recuerdos al despertar y gotas de finas lágrimas de rocío que por ausencia caerán lentamente sobre las flores marchitas del jardín pensando en ti, mientras la añoranza por carencia acrecienta la tristeza con un nudo en la garganta y el sollozo se hace más grande en la desesperación de verte y tenerte un instante mas en mis brazos, para amarte y besarte como ayer besaba y amaba tu piel en total libertad…,
Sumergido en la visión de un sueño, por lo único que quiero y a él ato mis esperanzas, como razón de existencia, asociando aromas de amor, con fragancias de pasiones y motivos con detalles intensos, hoy, sabiendo que fuiste mía, mas de una vez y no por la mirada, sino consumiendo profundas e inquietas ilusiones, sobre tu anhelado cuerpo desnudo, pintando tu rostro en mi mente al notar mi presencia frente a ti…,
Cuando el frio sea desvelo en noches de olvido y en el vacio busque entre sábanas blancas el perfume de sentimientos, con cual pretendimos ser únicos en este mundo inéditamente alumbrando con luz propia, el mutuo camino, que fuera en la vida, nuestro destino juntos, en la ardua tarea de encontrar siempre el arcoíris de la felicidad…,
Donde a pesar de todo lo vivido, alego mujer amada, cuando la soledad en tu corazón entristezca, humedeciendo tus hermosos ojos glaucos y los recuerdos abrumen tu vida, piensa en mí, sin temor de reposar tu cabeza algún día en mi hombro, porque ahí, al lado de tu cama estaré, seguro parado, mirándote, esperando por ti.
Sumergido en la visión de un sueño, por lo único que quiero y a él ato mis esperanzas, como razón de existencia, asociando aromas de amor, con fragancias de pasiones y motivos con detalles intensos, hoy, sabiendo que fuiste mía, mas de una vez y no por la mirada, sino consumiendo profundas e inquietas ilusiones, sobre tu anhelado cuerpo desnudo, pintando tu rostro en mi mente al notar mi presencia frente a ti…,
Cuando el frio sea desvelo en noches de olvido y en el vacio busque entre sábanas blancas el perfume de sentimientos, con cual pretendimos ser únicos en este mundo inéditamente alumbrando con luz propia, el mutuo camino, que fuera en la vida, nuestro destino juntos, en la ardua tarea de encontrar siempre el arcoíris de la felicidad…,
Donde a pesar de todo lo vivido, alego mujer amada, cuando la soledad en tu corazón entristezca, humedeciendo tus hermosos ojos glaucos y los recuerdos abrumen tu vida, piensa en mí, sin temor de reposar tu cabeza algún día en mi hombro, porque ahí, al lado de tu cama estaré, seguro parado, mirándote, esperando por ti.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 18/01/2010 11:30 AM.
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