Lo que se entregó en brazos con amor, no se le mira luego con arrepentimiento en silencio, por haberlo dado con placer sentido, porque has de saber, que de amor consumado no solo vive un hombre su vida, existen muchas otras cosas importantes de tomarse en cuenta, pero que por ser pequeñas suelen olvidarse su continuidad por la rutina de cada amanecer…,
Que las huellas que marcaron momentos por sentimientos en el corazón, sean detalles que se pierden en la nada del desamor, sin una explicación, al menos el alma lo refleja en la mirada, porque lo vivido y sentido alguna vez con amor supremo, nunca se borra de la mente, queda guardado en un lugar muy especial, como aletargado y puede sin avisar despertar…,
Que por los espacios dispensados, al volverte a ver desde las aceras opuestas del destino, seamos, en el tiempo, cenizas de antiguos guerreros, que como enemigos ayer, hoy frente a la puerta de lo que fue su hogar, no puedan hablarse civilizadamente, intentando rescatar dentro de esas ruinas caídas su historia, porque a pesar de lo vivido, todos tenemos corazón y podríamos sentir, porque no decirlo con la frente muy en alto, nostalgias por el regreso sincero de ese amor, en alguna ocasión.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 21/01/2010 11:30 AM.
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