miércoles, 10 de febrero de 2010

CUANTA verdad HABÍA

Del tiempo, al decir, que él sería el mejor testigo mudo que existía de soledad, al hablar por nosotros, lo que siempre callamos, por no saber cómo abordarlo con valentía, al no querer notar nunca, nuestra sincera y sentida presencia, frente a frente…,
En el mar, por lágrimas tardía de arrepentimiento al manifestar, que él sería también algún día, el mejor testigo mudo que existía del sufrir, al mostrarnos la realidad que mantuvimos oculta, al no intentar evaluar jamás lo ocurrido, para aplicar lo aprendido, por nuestros errores.
----------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 25/01/2010 03:30 PM.

No hay comentarios:

Publicar un comentario