Tienen las noches de profunda tristeza, cuando un lamento, es el eco adormecido que intenta despertar tardíamente la pasión de ayer por un corazón arrepentido, que está sufriendo hoy, lo insufrible de soportar por un ser, en su ático de castigo y cautiverio, con el rostro oculto de la amarga verdad vivida...,
Tiene el olvido, cuando se recuerdan pasajes hermosos en la dolorosa distancia, que luego se desvanecen lentamente ante nuestros ojos, como espejismos divinos de historias, por aquellas dos personas amables, sin poderlos materializar por un desamor latiente, que aun sobrevive después de tanto espacio sin tiempo de amarnos, con llanto de soledad presente al mirarnos en silencio, pero recordando, que ahora nos separa un fracaso y una desilusión sentida en el alma.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 22/04/2009 05:15 PM.
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