jueves, 30 de abril de 2009

CON los brazos abiertos ESPERÉ

Por tu regreso, pero las noches se hicieron eternamente largas, con la añoranza infructuosa de verte llegar, como gaviota buscando su antiguo y no olvidado nido, para intentar recuperar sentidamente del tiempo de ausencia los espacios perdidos de amarnos, pero entre bostezos de desvelos el sueño con el cansancio vencían mis tristes ojos llorosos y al amanecer, sentía dentro de mi corazón, que había transcurrido un día mas de soledad, dejando en mi boca el sabor amargo del silencio por derrota…,
No imaginas hasta cuanto sinceramente, por el retorno de ese amor prometido y que fue jurado ante el altar de Dios, con un profundo beso y un anillo colocado en el dedo, mirándonos fijamente a través de aquellos ojos enamorados, dibujando una limpia y plena sonrisa con relucientes dientes de perlas, llenos de inmensa satisfacción matrimonial…,
Y esperé, recordando y recordando optimistamente, el poder revivir nuevamente junto a ti, momentos inolvidables, con sus detalles mas sublimes, por aquellas dos personas amables que se amaron en el pasado, pero que por un descuido no evaluado se durmieron con un desamor en su corazón y al despertar una mañana siguiente, nunca mas lograron notar su presencia.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 30/04/2009 01:30 PM.

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