Aletargada en los sueños que no pude ver realizados, aquel amanecer al despertar, entre anhelos de amor, que cohibidos fueron muriendo uno a uno, lentamente en los espacios perdidos sin tiempo de amarnos, cuando decidiste sin avisar, no notar nunca mas, mi presencia sentida de ayer, frente a ti…,
Entre las añoranzas tristes y frustradas de un hombre que siempre te amó, despierto como dormido, con toda su alma, dentro de un mundo blanco de luz, amor y paz, que había construido, solo para ti…,
Convertida en la mas odiada pesadilla, bañándote desnuda y riendo triunfantemente, en las aguas cristalinas y ajenas de un río por lágrimas de sentimientos heridos, que jamás sentiste y lloraste junto a mi, por tu corazón inconmovible, cuando te fuiste aquel día, sin decir adiós…,
Donde las lágrimas de estíos, pululan, bailando libremente en su correr lento por el rostro del caído, en la soledad que tienen las noches sin Luna, cuando los recuerdos de ese pasado glorioso reviven, reclamando en silencio tu lugar, por lo que les faltó por vivir y sentir en tus brazos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 23/04/2009 10:15 AM.
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