miércoles, 8 de julio de 2009

SOLÍA escribir en la ARENA del TIEMPO

Con lágrimas que se impregnaban de luz al amanecer, por espejismos divinos de ansias que sentía un corazón enamorado y un despertar descubrí con las mismas arenas, sobre mis ojos húmedos, que la razón por verdad buscada, estribó siempre de la palabra precisa jamás escrita, pero que había sido pensada más de una vez, pero que por miedo de no afrontar la realidad que me rodeaba, negué de plasmar esperanzado, como un hecho fehaciente, para no sentirme morir lentamente dentro de los espacios oscuros y vacios del alma, por pasajes hoy ausentes de una vida, sublimemente en flor…,

Sentimientos vividos de la piel desnuda y desnuda finalmente de todo quedó, con el olvido por ti demostrado, de lo sentido durante años, por aquellos motivos hermosos que fueron detalles de los dos anhelados en los brazos…,

Memorias de una historia orgullosamente vivida, juntos, cada día, pero que ahora intento continuar solo, para que no sea un doloroso y total olvido de ese pasado bello vivido, convertido hoy en tenues y tristes recuerdos de soledad, que despiertan y mueren como reflejos divinos de añoranzas, pero que se transforman luego irremediablemente en polvo al viento, conformando esa misma arena del tiempo, que en mis ojos húmedos un despertar descubrí, como razón de verdad buscada, de la palabra precisa jamás escrita.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 08/07/2009 03:30 PM.

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