jueves, 30 de julio de 2009

FLORES de OLVIDO

Las tristezas se marchan, pero regresan al amanecer, con antojo de permanecer anclado en un mar de llanto por recuerdos del ayer, que suelen callar toda una verdad sentida en soledad, por temor de amarnos una vez más, descubriendo internamente que a pesar de todo y después de tanto tiempo dentro de los espacios perdidos de ausencia nos seguimos queriendo profundamente en silencio, pero sin tener presente primero, que antes del deseo cohibido de los brazos, había que intentar saber perdonar sentidamente, sin mirar sinceramente y nunca más al pasado oscuro dejado atrás, para poder crecer un escalón por cada nuevo amanecer al despertar, porque el tiempo de amar se puede ir para siempre inalcanzable, muy lejos, con el olvido, perdiendo irrecuperablemente lo mas anhelado de este amor, con devoción latiente por el corazón cautivo…,

La inmensidad de este escrito que plasmo con toda el alma, llena de sentimiento, no tendría ningún valor, si el llamado que hago desde la distancia del exilio, en busca de la sensatez, no hace eco con posibles puntos de coincidencia, hoy, entonces, podría alegar con una posdata, algo más, que diría más o menos así, antes de despedirme...,
¡Cómo no llorarán, mis melancólicas letras!, si ya no seré jamás, al abrir tus hermosos ojos glaucos, lo primero y principal que verías, por lo que fui como persona amable a tu lado, germinando por ello, tristezas grises por soledades ahora distintas, venideras y emanadas de una entraña, fría y nueva añoranza muerta, por un corazón que en vida, se alimentaban por la luz del amor, reflejado por tu alma en tus bellos ojos verdes, amada mía, hoy vueltos, mirando hacia dentro de tu ser, por momentos, vistos como lejos, distantes y llenos de odio y rencor, cuando no quieres notar mi presencia…,

Amor, manifiesto, por un corazón que en el pasado estuvo vivo, con una razón por su existir, sin reglas y condiciones que cumplir, fue el mío, ahora, agoniza con peligro de yacer en una tumba oscura y húmeda, con una lápida con nombre, que tal vez algún día tardíamente, beses con añoranza, adornándola con flores de olvido.
-------------------------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 30/07/2009 04:00 PM.

1 comentario: