lunes, 14 de diciembre de 2009

CERRÉ los OJOS para no CONTEMPLARTE

Despierto, imaginándote, pero en sueños apareciste cual divina diosa, no hicieron falta sonidos, solo el silencio de una noche perfecta, para seguir añorando recuerdos sentidos del ayer en mis brazos, vividos con tiempo y espacio…,

Pero mi boca buscaba rosar tus anhelados y esquivos labios de rosa, mientras las tinieblas de la soledad, intentaban oscurecer el momento y aunque algo te amé, no logré fijar en la mente tu imagen divina, desvaneciendo esos pequeños instantes que hacían latir un corazón de ganas, sin querer alejarme, para no despertar envuelto una vez más, en mi triste y dolorosa realidad vivida...,

Y soñando y soñando, disfruté de pequeños detalles, lleno de color por amor, al ser tuyo en un mundo blanco de luz y paz, que aunque se disipó lentamente como una nube, pude a pesar de todo, rendirme ante tus pies mujer amada de mis desvelos y con dos sendas lágrimas del alma corriendo en mi rostro, una por ti ausente y la otra por mí doliente, finalmente desperté, viéndome solo como ayer, los sueños son solo eso, deseos de la imaginación, sentidos por un corazón cautivo.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 14/12/2009 04:30 PM.

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