Siéntate a mi lado y no llores mas, prestándome toda la atención que puedas que voy a decirte la verdad, que hasta ahora he callado celosamente, intentando lo mejor que pueda, que no sigas ilusionándote con este amor infeliz que lentamente agoniza por el olvido, el cual aspiro sepas por mi boca, no deseando que por terceros algún día te enteres tergiversada mente, yo a ti hoy quiero, con toda el alma, pero a ella, dentro del silencio que guardé la amo, más que ayer, con todo el corazón, habían cosas dentro del plano amoroso, que para lograrlas, debieron mantenerse ocultas, tú sabes bien, que en tus manos reposó la única oportunidad que teníamos por manera de poder evaluar lo ocurrido, para luego aplicar lo aprendido de nuestros errores durante tantos años juntos, pero de las mismas, no sé, si, sin querer o queriendo dejaste escapar, como escapa el agua entre los dedos, si no le prestabas el debido cuidado, mientras el tiempo implacable que no perdona espacios eternos de desamor, pasaba inexorablemente cual hoja de almanaque, mientras el dolor se afianzaba enraizándose e hiriendo sentimientos muy sensibles e imposibles de recuperar, yo sé que tú has logrado tardíamente enamorarte de mí, pero yo, no lo estoy de ti, no insista mas, porque sé, que tristemente vas a fracasar en el intento, mejor será que conozca de una buena vez, esta cruda verdad, porque en cosas de amor, pero con desamor incluida mente vivido, siempre a la final, terminan así.
----------------------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 26/08/2009 12:30 PM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario