Amor mira a mis OJOS

Como los mirabas ayer, sin distancia, aunque sea en silencio, así sabré que no estoy solo en el mundo, pudiendo recordar el preciso instante del momento sentido del corazón, cuando a través de la mirada hoy esquiva, me enamoré perdidamente de aquellos bellos ojos glaucos, como solo se enamora un hombre sinceramente por una hermosa mujer,

Sonriéndome como sonreías en el pasado al despertar en mis brazos, con brillantes perlas blancas, no pretendo mas, que alegrar un alma triste llena de olvido, por todo lo vivido en la piel, durante tantos años, juntos,

Escuchándome algunas veces, antes de pretender hablar Tú siempre, con el tiempo y mí espacio dedicado, frente a ti y te asevero, que Yo creceré, creceré en verdad, con sentimiento y amor, dentro de tu corazón inconmovible.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 05032010 02:00 PM.

TENGO

Una espina enconada por desamor en el corazón, que se introduce cada día de ausencia un poco más profundamente, podría desangrarme mañana copiosamente en tu mirada, con lágrimas del alma que reflejaran en mis ojos, sinceras tristezas que no tienen explicación, al verte siempre tan callada, por no querer notar mi sentida y recordada presencia de ayer en tus anhelados brazos, al despertar, teniéndome frente a ti,

Hoy, lo que no debería padecer a tu lado, penas en silencio, que saben en labios resecos y partidos en espacios sin tiempo de amor a dolor de olvido, redescubriendo al despertar la eterna realidad que me niego aceptar, pero que recojo más tarde calmadamente convertidas en cenizas de un pasado para intentar continuar solo en el presente, abandonado en tinieblas de noches marcadas e interminables, como un destino escrito de desvelos por la mujer amada, sin tener nunca ninguna orientación por luz en sus hermosos glaucos, porque Yo, aunque no lo creas, sí, tenía un corazón para vivir amando, sin tener que sobrevivir ahora, sufriendo en soledad.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 01032010 03:30 PM.

LLEVO

Una lágrima colgada del alma que refleja en mis ojos la amarga soledad de ausencia que me ha tocado vivir, al Tú no querer notar mi sentida presencia frente a ti, en la búsqueda incesante de ese beso negado ayer en tus brazos, aunado a las flores que cada amanecer porto esperanzado, pero que se marchitan tristemente ignoradas en mis temblorosas manos a la espera de un despertar, distinto, viendo al nuevo mundo blanco de luz, amor y paz, que he construido, solo para ti, pero te juro, que a veces ya no sé que mas hacer por lograr la atención, al verte tan callada volteada hacia la pared, fingiendo o no, el siempre dormir...,

La cruz marcada del desamor en el corazón latiente, son huellas de un pasado que marcaron el destino que he de llevar como castigo en el presente, escribiendo en aires de desvelos, sueños por añoranzas divinas que luego se disiparan como igual nacieron, de recuerdos queridos por la mente al no dejarte de pensar nunca, en lento y doloroso silencio de olvido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 01032010 01:30 PM.

POLVO en el VIENTO

Es nuestro amor, unido a los pétalos de esa flor que en tus manos entregué, símbolo de sentimiento y que con tanta alegría guardaste entre las hojas de tu diario, con amor latiente del corazón, sintiendo el primer beso de enemorados en tus dulces y anhelados labios rosados...,

Es nuestro amor, salpicado, con lágrimas de olvido por un alma cautiva, reflejado en ojos que en verdad, no quisieran mas llorar sobre lo llorado en soledad, cuando al abrir las páginas de tu diario, vistes volar sin poder hacer nada, los pétalos marchitos de la flor de tu vida y de tu amor de ayer.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 23022010 03:30 PM.

ALLí estás Tú

En mis pensamientos, oh divina diosa de mis desvelos en silencio, hacedora de mis más íntimos sueños, sobre tu anhelado pecho desnudo,

Amor de mis amores despierto, por quien un hombre supo amar y también cómo llorar a lo largo de una vida en soledad,

Cual estrella brillante en el cielo, con luz propia, inalcanzable a la mano y voz que te llama incansable, cada amanecer al despertar, sin recibir nunca una contestación,

En lo más alto del monte Everest, sin poder conquistar tu cima, con la coronación, reclamando el triunfo, sobre la adversidad siempre, de no anhelar notar mi presencia,

Amada amante, por momentos divinos, que hacen latir de ganas a un corazón cautivo, cohibido de sus detalles sentidos, que fueron reflejos del alma enamorada, en ojos hoy del olvido, por todo lo vivido y sentido en la piel, con un beso y una flor, durante tantos, pero tantos años, juntos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 23022010 02:30 PM.

ACOMPÀÑAME en SOLEDAD

Para apartar del silencio, esos divinos recuerdos de ausencia, que hacen llorar de ganas latientes a un corazón cautivo de amor, sin que por ello, de derecho alguno a ninguno para intentar rescatar del olvido, todo lo vivido y sentido en la piel, cuando todavía había tiempo de amor y espacio sin desamor, para lograr abrir los ojos a mi mundo, notando mi presencia frente a ti,

Que para esto, al menos pudieras ser buena, porque si decidieras no acompañarme en estos últimos minutos amargos de desamor sufridos, para morirme de la sed de amarte en una cama al mirarte, a la final de tu destino, seré así no quieras, imagen y semejanza de la obra maestra que por tristezas moldeaste lentamente en el pasado, en un presente que niegas, sobre tu conciencia para el futuro, por no haber aprendido nunca a perdonar.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 23022010 01:30 PM.

LÀGRIMAS que dejan HUELLAS al AMANECER

Despertando a la realidad de una vida en soledad que quise desconocer, con amor, pero todo cambia en un instante, por recuerdos que trae el silencio de ausencia y que son añoranzas de latidos del corazón, para una mente que no ha dejado de pensarte, recorriendo lugares inolvidables y que son imágenes inéditas tomados de las manos, Tú enamorada y Yo, enamorado, sobrevivientes de este amargo desamor, que marcó en nuestro camino el destino, por un fracaso y una desilusión como castigo, llevada con profundas tristezas de dolor sobre la espalda...,

Viendo viejos árboles del parque, en que estampamos las iníciales dentro de un corazón flechado, que podrían interpretarse hoy como cosas pequeñas y cursis de adolecentes, pero para nosotros, fueron espacios secretos concedidos para el alma en tiempos de amor, para rememorarlos en la posteridad, reflejando en los ojos ese sentimiento llamado amor que nos profesamos tener con un beso y una flor, sin expresar nunca ese olvido que ahora leemos en la mirada, al no anhelar nuestra presencia.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 23022010 12:30 PM.