miércoles, 10 de febrero de 2010

QUIERO VERTE

Sonreír, brillando por recuerdos en tus dientes de perlas y al abrazarte perderme dentro de tu cabello de oro, apareciendo frente a ti, viendo el color de vida glauca que existe en tus hermosos ojos al mirarme,
Feliz, rompiendo del silencio, la infelicidad que encierran las disyuntivas por dudas, sin obtener seguras respuestas, pero cómo puedo hacer tantas cosas de corazón, si por no querer notar mi presencia, no logro pintar nunca tu rostro en mi mente, recordado luego tu querido nombre,
Sonreír, feliz, como en un hermoso sueño, que realista se espera tener en los brazos al despertar y no como una ilusión lejana que se observa a través del ojo de una aguja, por solo un instante divino del pensamiento antes de desvanecerse en la nada de los espacios sin tiempo.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 27012010 12:00 PM.

NO se ACABA el AMOR

Por no haber dado ese beso de rigor, sin entregar aunadamente la flor hermosa que pudo ser la salvación, logrando nada mas, un adiós apurado a media voz, con la escusa que el taxi aguarda desde temprano a la puerta y no debe hacérsele esperar, lo que con tiempo y sin espacio de desamor vivido, debimos platicar evaluando por nuestros errores lo ocurrido, para aplicar lo aprendido, pero con maleta en el cofre y sentada detrás del coche, ya es tarde, para reflexionar, las manecillas del reloj marcan la hora y prosiguen su curso, mientras un simple papel ahumado separa de tu clara visión la entrada de la casa, solo pequeños metros imposibilitan el poder ver tu rostro, pero sé, que observándome estás, mientras una lágrima indiscreta brilla tras la oscuridad, delatando un sentimiento desconocido, que tardío late de tu corazón, el cual no mostraste a mi lado, al no querer notar mi presencia, con tu notable altivez demostrada, creyendo que por eso, podrías alguna vez, borrar definitivamente la historia, quemando con la ira en la mirada, los cimientos de nuestras glorias de amor, para que en cenizas, el viento hiciera cuenta llevándosela hasta dejarlas caer en el mar muerto...,
Se transforma en un sueño imposible de volver alcanzar, porque con la falta de tu presencia, la ausencia, intentará tildar de olvido los recuerdos, si mas tarde, igualmente madurarán de dolor por silencio, con el sufrir nostálgico cuando el alma refleje inequívocamente frente al espejo, la vida que como destino en mi camino, me espera para vivir en soledad, porque aunque Tú no estés, cada amanecer al despertar a la cama, viendo un lado vacio sigues dentro de mi mente, por no lograrte olvidar, eres la razón de mi existir, que jamás comprendí, al dejarte partir y es por eso, al no retenerte por orgullo entre mis brazos, robando ese beso esquivo la noche anterior de tus ansiados labios, que quizás perdí la verdadera y única oportunidad que tenia, en un abrir y cerrar de ojos húmedos y ahora, no dejo de pensar un solo instante desveladamente, por el regreso de aquellos momentos divinos del ayer, con sus innumerables detalles sentidos en cuerpos desnudos, que siempre estuvieron deseosos y dispuestos de amarse, por caricias sutiles, que dejaron huellas imborrables en la piel, grabadas en mi mente.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 27012010 12:00 PM.

MUCHO CORAZÓN

Acompáñame en mi soledad, mirando con tus bellos ojos verdes, los míos húmedos, sin desear conocer más haya de la palabra, mis deseos cautivos que atormentan mis noches con pensamientos de desvelos en silencio, sin que te aproveches del momento, sorprendiéndome con un beso tardío, para saber a estar alturas de la vida, juntos, la verdad dicha, hace años ante ti, por mis amores pasados como una razón, para quererme o despreciarme, al querer notar o no mi presencia sentida, frente a ti, porque Yo para quererte sinceramente en mis brazos como ayer, no necesito una razón por existencia para amarte, porque a mí me sobra dentro del pecho latientemente, lo que a ti siempre te ha faltado despierta como dormida, pensando en mi, mucho, pero mucho, corazón.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 25/01/2010 04:45 PM.

CUANTA verdad HABÍA

Del tiempo, al decir, que él sería el mejor testigo mudo que existía de soledad, al hablar por nosotros, lo que siempre callamos, por no saber cómo abordarlo con valentía, al no querer notar nunca, nuestra sincera y sentida presencia, frente a frente…,
En el mar, por lágrimas tardía de arrepentimiento al manifestar, que él sería también algún día, el mejor testigo mudo que existía del sufrir, al mostrarnos la realidad que mantuvimos oculta, al no intentar evaluar jamás lo ocurrido, para aplicar lo aprendido, por nuestros errores.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 25/01/2010 03:30 PM.

MI PROBLEMA

MI PROBLEMA:
No fue besarte, sino enamorarme del dulzor habido en tus rosados labios y aunque Yo enseñe a besar sincera y sentidamente tu boca inexperta, con besos muy míos, el detalle es que ahora quiero más del sabor que Tú tienes, porque no deseo que en el tiempo sea un olvido,
No fue acariciarte, suavemente con mis nerviosas manos tu piel desnuda, hasta erizarla, el motivo es anhelar en este preciso instante, mas de aquellos momentos y de ello, solo tener en mi soledad puro recuerdos por lo pudo ser y no continuo siendo, por los espacios no vividos,
No fue hacerte el amor, manchando de rojo vivo la virginal sábana, convirtiéndote de una inocente niña a una experimentada mujer, por una noche hasta el amanecer, si después quedé solo sobre la cama, queriendo un próximo encuentro, sin saber, si Tú, querías lo mismo.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 25012010 01:30 PM.

CON cuantas LÁGRIMAS derramadas se RECUERDA un PASADO

Que no quiere morir en la mente, por ser un dolor aun presente que entristece mi corazón herido, con el tenue reflejo en mis ojos de aquellos sueños anhelados que quedaron por vivirse y pensarte tanto y no lograrte nunca olvidar, porque Tú mujer amada, eres la razón de mi existir desvelado cada noche, porque con la eterna ausencia, añoro cada vez mas tu presencia, esperando que me sorprendas rescatándome un amanecer cualquiera de esta aprendida soledad, con el despertar de un beso en mis resecos labios…,
Intentando revivir divinos momentos, que fueron detalles por aquellas dos personas amables que juntos se durmieron, para no amanecer unidos, notando su presencia, frente a frente, dime entonces, por qué, donde hubo fuego de amor, quedando cenizas por pasiones consumadas, ahora no renace la flor de la vida, por amor, si tanto Tú, como Yo, llevamos del ayer cautivamente, el humo de las hogueras habidas en los brazos, como un llamado de ganas del silencio en la mirada. ----------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 25/01/2010 12:40 PM.

ME enseñaste AMAR por un DÍA

Sin aprender que también por desamor se podría sufrir en soledad lo jamás de imaginar, si el amor no llegaba a los brazos al despertar con tan solo una mirada, sin tener que enseñarte para poder recordar la misma flor de la noche anterior, para con su lenguaje hablara del amor que de mi boca no quisiste escuchar, al no desear notar mi presencia de ayer sobre tu cuerpo desnudo, derramando una lágrima de añoranza, por no enseñarme a olvidar por una duda, pero si, volver amar tu anhelado pecho, como única razón de existencia del amor, sin ninguna pregunta que hacer, porque pintar en tu suave piel la ilusión por pasión de un sueño húmedo, era recrearlo en la realidad de una obra maestra como arte al amanecer, creyéndose ser el más famoso pintor del mundo, al plasmar toda una historia por vivencias consentidas, viéndome iluminado por tus bellos ojos glaucos al mirarme, reflejando la satisfacción habida, de una caricia en tu alma, con una sonrisa de blancas perlas...,
Con mucho amor, pero no a perdonarte nuevamente sinceramente al mirarte, sintiendo aun el amargo desamor del pasado, latiendo en mi corazón, sin saber Tú, cuanto duele la distancia, con la tristeza de las noches de ausencia, queriendo tanto compañía, pero no de cualquiera, sino de la mujer amada, la que al pensar su nombre desvela, sin su cautiva presencia, sabiendo que estás lejos, pero a su vez, cerca al terminar el día, en una misma cama, pero sin llegar a tocar con su espalda la mía, para no pretender que por equívocos de la mente ocurra nada, porque para evitar eso, el lugar de descanso es bastante grande, revestido desde los comienzos de los espacios sin tiempo de amor, de finas sábanas blancas, libres del pecado original, del que fue, el que me amaras un día, sin regalas y condiciones que cumplir, como solo ama una mujer a un hombre enamorado, pero desgraciadamente sintiendo internamente que no era amado sinceramente en tus brazos, gracias a tu eterno olvido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 25012010 11:30 AM.