MAÑANA, PODRÍA

Ser de un poema el llamado perfecto para el amor, por las palabras ausentes de ayer que de mi boca, jamás tuve oportunidad de pronunciar, al tú no querer notar mi presencia, frente a ti, pero las lágrimas en tus hermosos ojos glaucos, hacen dormir la devoción del pasado, para poder existir sin temor en el presente vivido…,

Renacer de un poema la luz del color perdido, dentro de nuestro mundo, para intentar vivir, descubriéndonos cada día, con profunda y sentida inspiración al vernos, pero con el deseo escrito en la mirada hoy ausente, sin tratar de olvidar todo lo vivido y sentido en la piel durante tantos, pero tantos, años juntos…,

Ser que las penas se marchen, sin que vuelvan a estar, ancladas por el corazón, envueltas en un mar de lágrimas por tristezas que solemos callar, vistas solo a veces en ojos marchitos y esquivos, que observan y observan en pleno silencio, reflejando luego de los amaneceres bellos al despertar, espacios, pero siempre sin tiempo, para poder amar…,

Renacer la flor de la vida y del amor en el corazón inconmovible sin que el tiempo de amar ansiado se marche inalcanzable muy lejos atrás, al finalmente encontrar, la razón de un por qué seguir unidos, amándonos sinceramente en los brazos, diciendo sin temor alguno, que nos queremos como pareja, cada día mucho más.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 08/07/2009 11:00 AM.

INTENTA AMAR

En mis brazos sentidamente, sin que las penas del ayer logren despertar nuevamente ancladas en tu corazón, tus lágrimas de ausencia sobre mis lágrimas solo están causan tristeza con dolor en el alma, cada amanecer con solo mirarnos tan distantes e inalcanzables, en la soledad que guarda el silencio…,

Porque como mismo aun se quererte sin reglas y condiciones por amor, también pudiera aprender un día a olvidar, sí a olvidar, todo lo vivido y sentido en la piel, por un sufrir que no merezco al ofender con tu altivez, el cariño que te brindé con tanto margen de respeto, todos estos años, juntos...,

Sin dudas de perdonar al evaluar unidos lo ocurrido, sin miedo de volver arriesgar amando sinceramente, por tratar de recuperar del tiempo los espacios vacios que perdidos quedaron sin inspiración, porque nada es imposible de alcanzar, si se anhela con amor latiente, tanto para ti como para mi, salvar, renovando la vida, dentro del mundo exclusivo de una pareja.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 06/07/2009 05:00 PM.

GRITO de SOLEDAD

Sobrevivir con el riesgo impredecible del silencio en tus labios, es vivir, pero con la sombra siempre de la muerte a la espalda acechando al primer desliz de ausencia, acariciando con manos de seda la piel desnuda, ávida de deseos latientes que se duermen en la espera, por los espacios sin tiempo de amarnos...,

Existir en sueño, por un instante divino recordado con una lágrima pendiente en el rostro de añoranza, sería como morir luego lentamente con la sed de amarte al despertar, solo en una cama, perdido y sin orientación sumido en las tinieblas por la desesperanza de la soledad en los brazos, que quiere decir olvido.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 06/07/2009 12:00 PM.

SOBREVIVO

En la intensidad breve y divina de pequeños instantes, cuando sentidamente anhelas sinceramente notar mi presencia frente a ti, teniéndome un momento en tus brazos...,

En un mundo blanco de luz imaginario, que se extingue lentamente en el olvido de todo lo vivido, donde antes de construirlo con tanta ilusión, debí morir primero, para haber sabido cual sería en verdad, la razón de su existir…,

En el recuerdo, de la mirada esquiva, por la mujer amada, sabiendo que con el mismo mal que me hace, lo sufre ella, aunque no lo reconozca, frente a mí, sumida en semejante silencio de soledad, vivido, con llanto de amanecer, cada día al despertar.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 02/07/2009 01:30 PM.

DANZAN recuerdos en VIENTOS de LÁGRIMAS

Gestando profundas tristezas, reflejadas por el alma en la mirada del silencio, con sumo dolor enraizado en el latir tenue del corazón…,

Así y todo, por lo antes bueno vivido, lo no querido de saber nunca su existencia, ha debió pasar inexorablemente, para de esta única forma, aprender a valorarnos sinceramente, notando nuestra presencia…,

Por rigurosas soledades sentidas, allí mismo en el campo santo, cobijados bajo la sombra del viejo Álamo, viéndolo tan majestuosamente erguido y activo, pero gimiendo constantemente.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 02/07/2009 12:00 PM.

CADA despertar una MIRADA

Recordando sentidamente, juntos, esos amaneceres que fueron pensamientos vivos, por instantes divinos en la piel desnuda…,

Con una sonrisa de perlas, dibujada sinceramente en tus anhelados y dulces labios de rosas, rozando los míos resecos, por los espacios sin tiempo de amarnos...,

Recibiendo el inesperado beso esperanzador, lleno de optimismo pleno y latiente, sin dudas, proveniente del corazón, aunado con la flor de la vida que renace y que es vista, por ambos, viva, sobre tu pecho…,

Mostrando en tus hermosos ojos glaucos, solo amor, ese mismo amor de ayer, puro reflejo, de un alma orgullosamente enamorada de su historia a pesar de lo vivido...,

Donde todo valga y no sea la nada, por presentir de este nuevo silencio, con profunda tristeza y dolor, que es olvido, al no querer notar nuestra presencia.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 01/07/2009 03:30 PM.

Y el ADIÓS será una LÁGRIMA

Que lentamente corrió como brillante, aquella mañana al despertar, cuando vinieron a cerrar finalmente la tapa de madera, que cubriría el pequeño ataúd, para llevarte en la carrosa fúnebre al campo santo, donde descansarías en santa paz, mientras, la mirada vigilante de tu rostro dormido se fue perdiendo, quedando anhelos de vivirse, por lo que pudo ser y no fue, por la desgracia de este negro destino escrito, que nos separó, de lo amado, lo más querido que eras tú, hijo mío…,

Sin decir palabra alguna, intentando dibujar vanamente en mis labios resecos al morderlos, sombras de silencio, por el dolor y vacio, tristemente sentido en el corazón, por los espacios sin tiempo de amor que viviré, al no tener tu aliento presente, imaginado únicamente en divinos pensamientos, no nacidos, pero añorados, que se vestirán de flores hermosas cada Domingo, confundiéndose con el aroma fresco de esos amaneceres, donde luego de la visita al cementerio, el decirte adiós, será siempre, el revivir sentidamente recordado, de aquella lágrima de nostalgia que corrió como brillante, aquella mañana al despertar.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 01/07/2009 01:30 PM.